Quien necesita dormirse
El problema que acosa al señor Luis es que hay días como hoy, días en que uno ya tiene su vida enrumbadita y todo, bien cogido a la realidad como le recomendaron entre sabanas, porque hay que estar bien loco para andar de soñador en estos tiempos; y justo ahí, en ese momento, cuando uno ya puede apretar los dientes, fruncir el ceño y fingir cara de macho revolucionario, comete el error de bostezar, acomodarse, jalar la frazadita hasta tapar la cabeza, y vencido por el sueño, soñar con ella.
El problema que acosa al señor Luis es que hay días como hoy, días en que uno ya tiene su vida enrumbadita y todo, bien cogido a la realidad como le recomendaron entre sabanas, porque hay que estar bien loco para andar de soñador en estos tiempos; y justo ahí, en ese momento, cuando uno ya puede apretar los dientes, fruncir el ceño y fingir cara de macho revolucionario, comete el error de bostezar, acomodarse, jalar la frazadita hasta tapar la cabeza, y vencido por el sueño, soñar con ella.

Así que el señor Luis se despabiló como a las cuatro, quito la frazada, estiró los brazos, reparó en el sueño con ella sin ella, porque no la vio, sino que la percibió en los objetos pendientes que dejó un cartero entre brumas; y así se decidió a reconocer que no solo la extrañará en sueños, sino que sentirá su ausencia también despierto, como siempre y como merece el caso. ¡Caramba!, y pensar que hay quienes dicen que uno no necesita dormir para soñar, cuando además se necesita tanto soñar para volver a vivir.
1 Comments:
Nada cuesta soñar y precisamente el soñar es lo que hace que muchas cosas las veas de otra manera y que vuele nuestra mente...
Post a Comment
<< Home